Con sus conexiones divinas, poderes
sobrenaturales y una vida breve pero brillante, Cuchulainn fue el héroe épico
celta por excelencia. Su madre, Dectera, era la hija del druida Cathbhadh. Sin
embargo, se desconoce la identidad de su padre, aunque en un relato se dice que
era el dios Lugh.
Se decía
que Lugh había dejado a Dectera embarazada en un sueño, aprocechando que el rey
Conehobar había salido de cacería.
Su hijo
se llamaba Setanta, pero cuando se hizo adolescente se le pasó a conocer con
el nombre de Cuchulainn («perro de Culann»), después de que diera muerte al fiero
perro guardián de Culann, el herrero, y ocupara su puesto hasta que éste
hubiera criado a otro. De niño, guió al destacamento de las juventudes de Conchobar
y entro a formar parte del servicio del rey del Ulster. Fue entrenado en el uso
de las armas en Escocia por una guerrera llamada Scathach, quien le enseñó
proezas tan heroicas como permanecer de pie sobre una lanza en vuelo, además
de proporcionarle una sanguinaria arma conocida como la gae bolg. una especie
de lanza que cuando daba en el blanco soltaba treinta dardos que acribillaban
todo el cuerpo de la desdichada víctima.
Un día,
cegado por la ira, Cuchulainn inició una frenética batalla durante la cual se
le pusieron los pelos de punta, sus músculos se hincharon y su cuerpo giró
dentro de su piel. Un ojo sobresalía de su cabeza, el otro se le había hundido
en el cráneo, y su grito de guerra volvió loca a la gente. Tenía muchas amantes,
pero siempre volvía a su esposa Emer.
Cuchulainn
aparece en numerosos relatos del ciclo del Ulster, entre los cuales el más
notable es El robo del ganado de Cooley.
Su muerte tuvo lugar siete años después del robo, cuando la diosa Medb conspiró
para asesinarlo con la ayuda de seis brujos. Conchobhar intentó proteger al
guerrero de todo daño, pero los brujos lograron hacer creer a Cuchulainn que
el Ulster había sido arrasado tras una batalla imaginaria. Cuando salió a caballo
del lugar donde se ocultaba, fue alcanzado por una lanza mágica que había
arrojado uno de los brujos. Herido de muerte, se ató a una roca para poder
enfrentar-se a sus enemigos con honor. Durante tres días, ninguno se atrevió a
acer-carse a él, pero al final la diosa de la guerra, Badbh, se posó sobre su
hombro bajo la apariencia de un cuervo. Cuchulainn no su movió, por lo que todo
el mundo supo que el mayor héroe del Ulster había muerto.
0.024. anonimo (celta)
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