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viernes, 5 de octubre de 2012

La vida de cuchulainn

Con sus conexiones divinas, poderes sobrenaturales y una vida breve pero brillante, Cuchulainn fue el héroe épico celta por excelencia. Su madre, Dectera, era la hija del druida Cathbhadh. Sin embargo, se desconoce la identidad de su padre, aunque en un relato se dice que era el dios Lugh.

Se decía que Lugh había dejado a Dectera embarazada en un sueño, aprocechando que el rey Conehobar había salido de cacería.
Su hijo se llamaba Setanta, pero cuando se hizo ado­lescente se le pasó a conocer con el nombre de Cuchulainn («perro de Culann»), después de que diera muerte al fiero perro guardián de Culann, el herrero, y ocupara su puesto hasta que éste hubiera criado a otro. De niño, guió al destacamento de las juventudes de Con­chobar y entro a formar parte del servicio del rey del Ulster. Fue entrenado en el uso de las ar­mas en Escocia por una guerrera llamada Sca­thach, quien le enseñó proezas tan heroicas como permanecer de pie sobre una lanza en vuelo, ade­más de proporcionarle una sanguinaria arma conocida como la gae bolg. una especie de lanza que cuando daba en el blanco soltaba treinta dardos que acribi­llaban todo el cuerpo de la desdichada víctima.
Un día, cegado por la ira, Cuchulainn inició una frenética batalla durante la cual se le pusieron los pelos de punta, sus músculos se hincharon y su cuerpo giró dentro de su piel. Un ojo sobresalía de su cabeza, el otro se le había hundido en el cráneo, y su grito de guerra volvió loca a la gente. Tenía muchas amantes, pero siempre volvía a su esposa Emer.
Cuchulainn aparece en numerosos relatos del ciclo del Ulster, entre los cuales el más notable es El robo del ganado de Cooley. Su muerte tuvo lugar siete años después del robo, cuando la diosa Medb conspiró para asesinarlo con la ayuda de seis brujos. Conchobhar intentó prote­ger al guerrero de todo daño, pero los brujos lograron hacer creer a Cuchu­lainn que el Ulster había sido arrasado tras una batalla imaginaria. Cuando salió a caballo del lugar donde se ocultaba, fue alcanzado por una lanza mágica que había arrojado uno de los brujos. Herido de muerte, se ató a una roca para poder enfrentar-se a sus enemigos con honor. Durante tres días, ninguno se atrevió a acer-carse a él, pero al final la diosa de la guerra, Badbh, se posó sobre su hombro bajo la apariencia de un cuervo. Cuchulainn no su movió, por lo que todo el mundo supo que el mayor héroe del Ulster había muerto.

0.024. anonimo (celta)

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