Herodoto hablaba de un festival que se
celebraba todos los años en Bubastis en honor a la diosa Bastis. Se creía que
su relato se trataba de mera ficción hasta que un grupo de arqueólogos
descubrieron restos que confirmaron que el suceso realmente había tenido lugar.
La hija
del dios del sol Ra y madre del dios de la luna Jonsu, la deidad felina Bastis,
era mup popular en el antiguo Egipto. Durante el último período, el festival
de Bastis, que se celebraba en abril y en mayo, se convirtió en uno de los más
importantes dentro del calendario de los rituales. Con fines ceremoniales, la
mejor vía de acceso a la ciudad de Bubastis (situada a unos 25 km al noreste de
El Cairo moderno) era en barco. «Vienen en barcazas -escribió el historiador griego
Herodoto sobre el festival- hombres y mujeres por igual, un gran número en cada
barca; en el camino, algunas de las mujeres repiquetean sin cesar con
castañuelas algunos hombres tocan la flauta, mientras el resto, tanto hombres
como mujeres, cantan y baten palmas. Cuando pasan por la ribera del río de
alguna ciudad, acercan el barco a la costa y algunas de las mujeres continúan
actuando como se ha referido antes, mientras, el resto insulta a las mujeres
del lugar, o bien comienzan a bailar, o se ponen de pie y se levantan la falda.
Cuando llegan a Bubastis, celebran el festival con elaborados sacrificios, y
se bebe más vino que durante el resto del año junto.»
El
historiador griego habla de al menos 700.000 personas («sin contar con los
niños») que llegaban de forma parecida para presentar sus respectos al templo
de granito rojo erigido en honor a la diosa. Según relata, «los gatos que
habían muerto eran llevados a Bubastis para ser embalsamados y enterrados en
receptáculos sagrados».
Miles de
las criaturas muertas eran momificadas e inhumadas en galerías subterráneas
del lugar y en otras ubicaciones, de modo que pudieran transmitir con mayor
facilidad los mensajes de sus dueños al reino de los dioses.
La
magnitud del Festival les pareció algo increíble a los primeros egiptólogos,
pero en 1887 el suizo Henri-Édouard Naville, al excavar el lugar, descubrió
que Herodoto había contado la verdad. Sacó a la luz el principal templo de Bubastis,
las catacumbas de los gatos momificados a un grupo de santuarios faraónicos,
que demostraron una veneración aún mayor en Bastis que la relatada por el célebre
historiador.
0.034. anonimo (egipto)
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