Un tema recurrente en la mitología celta es
el de la lavandera del vado, una diosa de la guerra que solía aguardar en un
vado, a veces bajo la apariencia de una mujer y otras de un cuervo o de una
corneja, y que decidía qué guerreros de los que pasaban junto a ella morirían
ese día en el campo de batalla.
Mientras se dirigían al campo de batalla, un
grupo de guerreros se detuvieron en un vado, donde contemplaron la terrible visión
del espectro de una mujer esbelta que los miraba con sus ojos rojos de ira a
través de su cabello canoso. En sus pies, bañados en sangre, yacían
amontonados los cuerpos de varios guerreros, algunos tan desfigurados que ni
sus propias madres hubieran podido reconocerlos.
Ante la
mirada atónita de los guerreros, la mujer soltó una aterradora carcajada que
hizo que un escalofrío les recorriese todo el cuerpo. Con movimientos lentos,
la mujer levantó uno de los brazos y fue apuntando a cada uno de los hombres. Al
final, el jefe del grupo reunió valor para aproximarse a la mujer y, con un
esfuerzo indecible, logró preguntarle:
-¿Quién
eres?
-¿Yo?
-exclamó- Soy Morrigan, la reina fantasma, aunque algunos me llaman la
lavandera del vado. Me dedico a vagar por las corrientes de Irlanda, haciendo
desaparecer los pecados de los hombres.
-¿Y
quiénes son? -preguntó el jefe del grupo. ¿Son pecadores los hombres que yacen
en la terrible pila que tenemos ante nosotros? ¿Son los que has matado y
mutilado hoy?
-Morrigan
exclamó entonces:
-¡Yo no
he matado a estos hombres, ni siquiera les he tocado un pelo de sus cabezas! –Al
decirlo, atravesó a los hombres con su mirada-. Mirad de nuevo a estos
guerreros muertos. Son los hombres que están a vuestra espalda, pero como
estarán esta noche, después de la batalla. Yo tan sólo me limito a limpiar la
sangre de sus miembros.
El jefe
miró de nuevo los cuerpos y reconoció a alguno de los guerreros que lo
acompañaban. Entonces, Morrigan se inclino sobre tan sangriento botín y mostró
un objeto al jefe. Este lo miro y reconoció su propia cabeza entre los cabellos
ensangrentados.
0.024. anonimo (celta)
No hay comentarios:
Publicar un comentario