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viernes, 5 de octubre de 2012

El zorro sanador

Esta versión macabra del tema de Jack y las habichuelas mágicas gira en torno a un poderoso árbol del cielo, que en la antigua mitología eslava estaba vinculado a la tierra y al cielo, y era la clave de la creación.

Una vez, un anciano plantó en su sótano un repollo, que, para sorpresa de todos, tuvo que hacer un agujero primero en el suelo de su peque­ña casita y luego en el techo, hasta que el sorprendente tallo alcanzó el cielo. Curioso por descubrir adónde conducía, el anciano trepó por el hasta llegar a una tierra extraña.
Allí se encontró un molinillo de mano, del cual salió mi pastel de carne, una tarta y una olla de avena. El anciano se atiborró de comer y se fue a dormir para descansar. Luego bajo por el tallo del repollo para contarle a su esposa lo que había encontrado.
Sorprendida ante tan extraña historia, la anciana insistió en ver la planta con sus propios ojos. Sin embargo, era demasiado débil pena trepar por el tallo, así que de­cidieron que se metiera en un saco, que el hombre agarraría con fuerza con sus dien­tes, y así tendría las manos libres para el arduo ascenso.
Cuando se aproximaban a las nubes, la anciana preguntó si les quedaba mucho más por trepar, pero cuando el marido intentó contestar se le soltó el saco de entre sus dientes y cayó en picado al suelo. Cuando el hombre bajó por el tallo, descubrió que su esposa estaba muerta.
En ese preciso momento, pasó por allí un zorro que le ofreció devover la vida a su esposa. Cuenta la leyenda que todo lo que el marido tenía que hacer era colocar a su esposa en la sauna y avivar el fuego hasta que la estancia estuviera bien caliente, y luego esperar en el exterior mientras el zorro realizaba su obra.
El hombre siguió las instrucciones que le había dado el misterioso animal, y esperó pacientemente durante varias horas. Por fin llegó el zorro y le dijo que ya podía abrir la puerta de la sauna y echar un vistazo a su esposa. Al hacerlo, el zorro se marchó corriendo, y se rió con maldad, y para su terror, el esposo entendió el motivo: todo lo que quedaba de su amada esposa era una pila de huesos bien roídos.

0.008. anonimo (eslavo)

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