En este relato fon, el ciclo de las lluvias
fuente de vida se ve afectado por una poderosa lucha entre el dios de la
tierra, Sagbata, y su hermana andrógina, el dios de los truenos, Hevioso.
De acuerdo
con un relato, Sagbata había sido vendido como esclavo, pero escapo y regresó
a su hogar, donde descubrió que Hevioso se había convertido en el líder de la
tribu. Los hermanos mantuvieron una refriega y, tras arrebatarle el poder a
Hevioso, Sagbata lo expulsó al cielo.
Entonces
ordenó a su pueblo que cultivara grandes cosechas de trigo, pero Hevioso, que
observaba desde el cielo, decidió retener las lluvias, de modo que, cuando
llego la estación húmeda y no cayó agua, se extendió la hambruna.
Sagbata
convocó a todos los habitantes y animales del reino, quienes observaron
atentos al líder mientras creaba una escalera entre la tierra y el cielo con
hebras de algodón. Luego pidió a varios voluntarios que treparan por ella para
visitar a Hevioso y suplicarle que volvieran las lluvias. El águila fue la
primera en ir: pero a mitad de camino fue derribada por el temible dios de los
truenos. El siguiente en intentarlo fue el gato, pero no corrió mejor suerte.
Por último, le llegó el turno al lento pero seguro camaleón, quien trepó con tal
lentitud que Hevioso se aburrió y se marcho para dedicarse a otros asuntos. De vez
en cuando, regresaba para arrojar un trueno a la pobre criatura, pero el camaleón
se ocultaba tras la hebra a la que se encontraba aterrado. Por fin, llegó a la
morada del dios y le transmitió el deseo de Sagbata de que volvieran las
lluvias. Hevioso, al comprobar que su hermano aceptaba su autoridad en el
cielo, cedió a sus súplicas. La lluvia cayó y el grano creció muy alto. Cuentan
algunos que Saghata turo que someterse por completo a Hevioso porque el dios de
los truenos reinaba sobre dos elementos esenciales para la vida en la Tierra:
el agua de la lluvia y el fuego de la iluminación celestial.
0.009. anonimo (africa)
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