Dado que los aztecas eran el grupo
dominante de Centroamérica cuando llegaron los españoles, la mayoría de lo que
conocemos acerca de la mitología mesoamericana proviene de ellos. Sin embargo,
tomaron prestados los dioses de las sucesivas civilizaciones que los
precedieron mil años antes.
Parte
del legado mitológico de los aztecas estaba constituido por una historia
antigua que narraba como se crearon el mundo y el cielo a partir del cuerpo del
monstruo de la Tierra, Tlaltecuhtli, un temido ogro hembra que devoraba todo
cuanto encontraba a su paso.
La
afición de Tlaltecuhtli por la carne era tal que sus enormes fauces con
dientess de sílex no eran suficientes para satisfacer sus bestiales apetitos,
de modo que tenía bocas complementarias en los codos, las rodillas y en otras
articulaciones, donde rechinaban los ávidos dientes. Su aspecto era tan
terrorífico que incluso el resto de los dioses se sentían sobrecogidos ante su
presencia. Finalmente, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, que pasaron de ser
enemigos a formar una alianza a lo largo del ciclo mitológico azteca,
decidieron librar al mundo de semejante monstruo para que el proceso de
creación pudiera continuar.
Tras
transformarse en serpientes gigantes, lucharon contra él y lograron por fin
partir su enorme cuerpo en dos (de acuerdo con otra versión, Tezcatlipoca luchó
con su apariencia real y perdió un pie durante la lucha). Luego arrojaron una
de las mitades del cadáver al cielo, donde se transformó en la bóveda celeste.
Entre
tanto, otros dioses, impresionados ante la violencia emplea-da contra
Tlaltecuhtli a pesar de los estragos que éste había provoca-do, decidieron
formar laTierra a partir de la otra mitad de su cuerpo: con el cabello crearon
los árboles, las flores Y las hierbas; con los ojos dieron forma a los aljibes
y a los manantiales; su boca sirvó para crear los ríos y las cavernas, y de su
nariz emergieron las cadenas montañosas y los valles.
Y, de
ese modo, la diosa cobró vida, y con ella gran parte de su antigua ferocidad,
pa que, en ocasiones, se la puede oír por las noches pidiendo a gritos
corazones y sangre humanos, la única dieta que puede persuadirla para continuar
creando.
0.010. anonimo (centroamerica)
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