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viernes, 5 de octubre de 2012

El nacimiento de taliesin

Taliesin se convertiría con el tiempo en uno de los bardos galeses más importantes. En su famosa obra Los alardes de Taliesin, se atribuía el don de la omnisciencia. Esta leyenda, que tiene reminiscencias del relato irlandés de Finn y el Salmón del Conocimiento, describe cómo logró su enorme sabiduría.

A juzgar por el relato, que Taliesin supuestamen­te escribió cuando sólo tenía trece años, la ca­rrera del poeta empezó de la forma menos promete-dora. Afag Du, «Oscuridad tota», era indiscutiblemente el hombre más feo del mundo y todos los poderes mágicos de su madre, la hechicera Ceridwen, no pu­dieron hacer nada por cambiar tan triste realidad. Sin embar­go, Ceridwen en decidió que, si su hijo iba a ser feo. podía al menos ser listo, por lo que le preparó una poción mágica que le revelaría todos los misterios del universo.
Sin embargo, no se trataba de un proceso sencillo, ya que el brebaje tenía que hervir durante un año y un día, y ha­bía que añadirle ciertas hierbas en determinados momentos. Hacia finales de año, cuando Ceridwen estaba reuniendo los últimos ingredientes, un niño pequeño llamado Ewydion lle­gó y observó el caldero en ebullición. Al hacerlo, la mezcla em­pezó a burbujear y escupió tres gotas que le cayeron al niño en el dedo. Tras lamerlas, le fue concedida de inmediato la sabidu­ría deseada para Afag Du.
Cuando Ceridwen volvió se puso furiosa: Ewydion se había bebido las tres gotas más importantes del caldero, dejan­do en él un resto inútil. El chico intentó huir, pero en vano: primero se transformó en liebre y ella en sabueso, luego en pescado y ella en nutria. Cuando el pequeño se transformó en pájaro, la hechicera se convirtió en un halcón; finalmente, el chico se transformó en un grano de trigo, pero Ceridwen en adquirió la forma de una gallina y se lo comió.
Al recuperar su torma humana, la madre de Afag Du se percató de que estaba embarazada, y, a su debido tiempo, dio a luz a Ewydion, pero era tan hermoso que no tuvo el valor de matarlo, por lo que lo introdujo en una bolsa de cuero y lo arrojó al mar.
Dos días más tarde, un hombre de alto linaje encontró la bolsa y le dio al niño otro nombre, Taliesin, «Frente brillan­te», y lo acogió en su hogar como a su propio hijo.

0.024. anonimo (celta)

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