Después de asesinar a su hermano Osiris,
marido y hermano de Isis, el malvado Set tomó como rehenes a la diosa y a su
joven hijo. Una noche, los cautivos pudieron escapar con la ayuda del dios Tot,
quien les proporcionó una escolta de siete escorpiones para que los ayudara en
su arriesgada huida.
Isis se
enfrentó a grandes dificultades a la hora de reunir las partes de su desmembrado
marido para poder resucitarlo mediante conjuros mágicos Pero incluso después de
conseguirlo, sus esfuerzos no terminaron ahí, ya que murió una segunda vez,
poco después dc dejarla embarazada de su hijo Horus. Durante su renovada
viudedad, cayó en manos del asesino de su marido. Su diabólico hermano la
cautivó, a le ordenó que tejiera una mortaja para Osiris, quien había vuelto
de nuevo al reino del más allá desde el que la magia de isis lo había mandado
llamar temporalmente.
A pesar
del elevado numero de infortunios, Isis contaba con muchísimos amigos entre
los dioses. El sabio Tot se enteró de su complicada situación y decidió ayudarla;
para ello, creyó necesario liberarla del taller de lino en que permanecía
retenida. Así le proporcionó una escolta de siete escorpiones, que juraron
proteger, de la venganza de Set, a la diosa y al hijo que iba a nacer.
El
extraño grupo se dirigió a las marismas del delta del Nilo. Durante el camino,
llegaron a un pueblo, en el que Isis decidió buscar comida y refugio. La
primera casa a la que acudió pertenecía a una acaudalada mujer de la nobleza,
quien, al no reconocer a la diosa, le cerró la puerta en las narices.
Impertérrita. Isis pronto se encontró con una campesina pobre, que la acogió
en humilde morada.
Pero los
escorpiones enfurecieron por el tratamiento que la mujer rica había
dispensado a la diosa, y decidieron vengar a su ama. Uno de ellos entró
trepando a la casa de la mujer y picó gravemente a su joven hijo. Mientras éste
yacía agonizante, su madre recorrió las calles gritando en busca de acuda,
pero como castigo a su falta de hospitalidad, nadie acudió.
Sin
embargo, Isis se apiadó del chico, ya que no deseaba verle sutrir por culpa de
su madre, y utilizo un poderoso conjuro para neutralizar el veneno. El niño se
recuperó, y su madre, arrepentida, ofreció todas sus pertenencias a Isis y a
la humilde y amable campesina.
0.034. anonimo (egipto)
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