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domingo, 7 de octubre de 2012

La infancia de aquiles

Obligada por Zeus a casarse con un mortal, la ninfa del mar, Tetis, tenía miedo de que su hijo, el guerrero Aquiles, sufriera la deshonra de su mortal esposo, por lo que hizo todo lo posible por protegerlo de todo peligro. Sin embargo, el destino hizo que sus esfuerzos fueran en vano.

Tetis arrojó a su primeros seis vástagos al fuego, con la esperanza de eliminar de ellos todo cuanto no fuera divino, pero ninguno logró sobrevivir. No obstante, cuando nació el séptimo hijo. su es­poso Peleo impidió que fuera pasto de las llamas y le salvó la vida. Aquiles creció como un chico fuerte Y atractivo y Tetis no tardó en aceptarlo. Sin embargo, llevó a cabo un último inten­to por protegerlo. Tras llevárselo al Estigio, el río del Hades, cuyas aguas tenían el poder de conceder la inmortalidad a quienes se bañaban en ellas, lo sumergió en él lodo el cuerpo quedó sumergido, con la única excepción del talón, que era el lugar por el que su madre lo sujetaba, de ahí que esa parte del cuerpo permaneciera para siempre como su punto más débil.
Bajo la tutela del sabio centauro Quirón, el joven creció con inigualables habilidades para la guerra y la paz, de modo que, cuando llegó la noticia de que los mejores guerreros de Grecia debían reunirse para atacar Troya, Tetis temió que su hijo fuera llamado a filas. Así, lo disfrazó de chica y lo envió a la isla de Esquiro. La hija del rey, Deidamía, se alegró al descubrir la verdad del impostor y, tras mantener una relación con él, le dio un hijo.
Sin embargo, los enviados griegos siguieron el rastro de Aquiles. Al principio tuvieron problemas para reconocer­lo, pero entonces Odiseo, uno de los líderes del ejército griego, recurrió a una estratagema: envió varios regalos a las depen­dencias de las mujeres, entre los que se incluían joyas v otros ornamentos, algunas armaduras y una espada, de modo que, cuando una de las «doncellas» fue descubierta practicando con la espada, los enviados identificaron a Aquiles. Éste, a instancias de la comitiva griega, partió hacia la guerra, haciendo así rea­lidad los peores temores de su adorada madre.

0.060. anonimo (grecia y roma)

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