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domingo, 7 de octubre de 2012

El profeta tiresias

A Tiresias, una figura única de la mitología clásica, se le atribuía una sabiduría que sobrepasaba la de cualquier mortal, así como un conocimiento del futuro y de todos los aspectos de la condición humana sin igual. Tanto dioses como reyes deseaban beneficiarse de sus extraordinarias cualidades.

Tiresias no era un mortal corriente, pues había vivido siete vidas, durante las cuales fue tanto mujer y como hombre. Para su desgracia, se quedó ciego, aunque también adquirió el poder de la profecía.
La primera transtormación de Tíresias tuvo lugar en el monte Cilena, situado en el Peloponeso, donde tras encontrar­se a dos serpientes copulando, las golpeó con su bastón hasta herir de muerte a la hembra. Este hecho provocó la ira de Hera, quien, de forma instantánea, lo transformó en una mujer. Sie­te años después, vio a otro par de serpientes en idéntica situación, pero esta vez decidió asesinar al macho, y volvió a convertirse en hombre.
Transcurrido un tiempo, Zeus y Hera estaban discu­tiendo acerca de quién de los dos disfrutaba en mayor medi­da del acto sexual y, para resolver la disputa, decidieron con­sultárselo a una persona que hubiera experimentado el sexo como hombre y como mujer. La respuesta de Tiresias fue que, sobre diez, la mujer disfrutaba nueve, mientras que el hombre tan sólo una, una afirmación que enfureció tanto a Hera que cegó de inmediato al desdichado mortal. Zeus, en compensación, le otorgó el don de la adivinación y una larga vida.
Tiresias alcanzó entonces gran fama por su habilidad para predecir el futuro. Anfitrión y Alcmena, los padres de He­racles, le pidieron su opinión acerca de la concepción del céle­bre héroe, y brindó consejos decisivos a los soberanos de Tebas durante dos asedios sucesivos. Según el dramaturgo Sófocles, fue Tiresias quien reveló a Edipo, rey de Tebas, que había mata­do a su padre sin darse cuenta.
Los poderes de Tiresias continuaron tras su muerte, pues al llegar a las sombras del Hades, se le permitió conservar el don de la palabra y del entendimiento, lo que le permitió continuar su función como profeta. En la Odisea, Homero na­rra cómo Odiseo acudió a él en el reino de los muertos para conocer el resultado de su viaje de vuelta a casa.

0.060. anonimo (grecia y roma)

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