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domingo, 7 de octubre de 2012

Menelao y los vientos propicios

Tras ayudar a derrotar a Troya, el rey griego Menelao partió en barco a Esparta con su esposa Helena, cuya fuga con un amante troyano había desencadenado la guerra. Tras negarse a realizar sacrificios en honor a Atenea antes de partir, su flota sufrió no pocas penalidades.

Poco después de salir de Troya, la flota de Menelao fue devastada por una enorme tormenta. Sólo sobrevivie­ron cinco barcas, entre los que se incluían el del propio rey de Esparta. El viento los condujo hasta Egipto, don­de se vieron obligados a permanecer nada menos que ocho años.
En la isla de Faros, Menelao se encontró con la ninfa del mar Eidotea, quien le dijo que debía capturar al padre de ésta, Proteo, una divini­dad marina que alimen­taba a peces y a otros animales marinos y que, al conocer todo acerca del pasado, el presente y el futuro, podría decirle la me­jor manera de atraer vientos favorables.
Menelao y tres de sus hombres se disfrazaron de focas en una playa y, cuando Proteo salió del agua y se tumbó para dormir, se abalanzaron sobre él. Éste intento escapar transformándose en león, en serpiente e incluso en una corriente, pero todo fue en vano. Finalmente, le contó a Menelao que Agame­nón había sido asesinado y que Odiseo era prisionero de la nin­fa del mar Calipso, y le ordeno regresar a Egipto para realizar un sacrificio en honor de los dioses. Una vez hecho esto, apare­ció un viento favorable que lo llevó de regreso a casa.
Menelao y Helena llegaron a Micenas, donde supieron que, en un acto de venganza, el hijo de Agamenón, Orestes, había matado a los asesinos de su padre, Clitemnestra y Egisto, y que estaba a la espera de juicio. Entonces, el hijo de Agamenón acudió pidiéndole ayuda, pero Menelao se negó a socorrerla. Orestes y su hermana Electra raptaron a Helena e intentaron acabar con su vida, pero fue rescatada por Afrodita. A final, Menelao y su esposa viajaron a Esparta, donde se establecieron. Tras su muer­te, Menelao recibió el don de la inmortalidad y pudo ir a los Campos Elíseos, el reino sagrado de los vir­tuosos, en compañía de su esposa.

0.060. anonimo (grecia y roma)

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