El hijo de Ulises, Telémaco, era un bebé
cuando su padre partió a la guerra de Troya. Con el paso de los años, se
convirtió en un refinado joven, pero no pudo mantener a raya a los
pretendientes de su madre, Penélope, que invadieron su palacio con la
pretensión de que se casara con uno de ellos.
Atenea
llegó al palacio de Ítaca disfrazada de un rey extranjero y le dijo a Telémaco
que enviara los pretendientes de vuelta a casa. Más tarde, debía ir en barco a
Pilos y a Esparta en busca de noticias de su padre. Una vez que terminó de
hablar, la diosa desapareció a través del techo y Telémaco, al advertir la
identidad del misterioso visitante, se sintió muy animado. Con-vocó a los
pretendientes, los reprendió por su conducta, y les rogó que se marcharan,
pero su líder, Antino, contestó que no se marcharían hasta que Penélope
accediera a casarse con uno de ellos.
Telémaco
decidió entonces partir en secreto hacia Pilos, y Atenea recorrió la ciudad
para buscar un barco v reclutar a la tripulación. Más tarde, bajo la
apariencia del viejo amigo de Ulises, Mentor, condujo a Telémaco al barco y se
subieron abordo.
Telémaco
y Atenea, disfrazada en todo momento de Mentor, pronto llegaron a Pilos, donde
fueron recibidos por el rey Néstor, quien, como obsequio, les contó historias
acerca de la valentía de Ulises, aunque no pudo decirles nada acerca de cuál
había sido su destino. Tras proporcionar a Telémaco un carro y sus mejores caballos,
le ofreció a su hijo como acompañante. Atenta volvió y los jóvenes se
dirigieron a Esparta. Una vez allí, Menelao le contó a Telémaco su encuentro
con Proteo, el viejo hombre del mar, quien comentó haber visto a un afligido
Ulises atrapado en una isla con Calipso. De vuelta en Ítaca, los pretendientes
enviaron un barco para tender una emboscada a Telémaco y asesinarlo, pero
Atenea advirtió al príncipe del peligro y éste regresó a casa por una ruta
diferente. Al llegar allí, encontró a su padre disfrazado de mendigo.
0.060. anonimo (grecia y roma)
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