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domingo, 7 de octubre de 2012

Una raza de horrorosos pastores

Los mitos griegos del origen del mundo mencionaban el nacimiento de los temidos gigantes con un solo ojo conocidos como cíclopes, que eran hermanos de los titanes. Más tarde, el héroe Odiseo (Ulises) protagonizó un dramático encuentro con uno de sus descendientes, Polifemo.

En la Teogoía, un relato acerca de los orígenes de los dioses, escrito por el poeta griego Hesíodo en el si­glo VIII a. C., se cuenta que los primeros cíclopes fue­ron los tres hijos del dios del cielo Urano y la madre Tierra Gea. Temeroso de su propia descendencia, Urano los arro­jó al abismo del Tártaro, por lo que, como venganza, Gea con­venció a otro de sus hijos, Crono, para que castrara a su marido.
Los tres cíclopes fueron más tarde liberados por Zeus, a quien, en contrapartida, ayudaron a hacerse con el poder supremo.
A partir de entonces, una tradición muy extendida ubi­có a los cíclopes en Sicilia, donde se cuenta que su descendien­te más conocido, Polifemo, se enamoró de la ninfa Galatea, sin que su amor fuese correspondido. En uno de los relatos con­servados, el cíclope, desairado, golpeó con una piedra a Acis, el amante de Galatea, hasta matarlo, pues estaba celoso de él. Ésta es la versión que se recrea en la ópera Acis y Galatea del célebre compositor alemán del siglo XVIII Georg Friedrich Haendel.
Polifemo desempeñó un papel incluso más popular en las aventuras de Ulises durante su viaje de regreso al concluir la guerra de Troya, como se describe en la Odisea de Homero. Con su afición por el canibalismo, encarceló al héroe y a sus hombres en una cueva en la que guardaba sus ovejas con la intención de ir comiéndoselos uno a uno. Para escapar de sus garras, Ulises emborrachó al gigante y le cegó su único ojo clavándole una estaca al rojo vivo. Los griegos entonces se ama­rraron a la panza de las ovejas y escaparon de la guarida del gi­gante, cuando éste sacó a los animales a pastar.
Se dice también que los cíclopes construyeron las mu­rallas de Micenas y Tirene, cuyos bloques de piedra se consi­deraban demasiado grandes como para ser obra humana. De hecho, el término ciclópeo todavía se utiliza para referirse a una empresa de gran envergadura.

0.060. anonimo (grecia y roma)

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