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miércoles, 13 de marzo de 2013

Un banquete digno de un rey

Eran escasos los mogoles que se atrevían a matar a una serpiente por miedo a ofender a su gran maestro el dragón. Pero el águila, la sirena de las aves, no tenía tales escrúpulos. La insólita preferencia del águila por la carne de serpiente se explica en el siguiente mito, uno de los más antiguos.

Poco después de que el mundo fuera creado, el dios supremo, Mongke Tengii, envió a la golondrina y a la avispa para descubrir qué carne era la más dulce e idónea para un rey. Mientras que la segunda tra­bajaba sin descanso, probando con su aguijón cada criatura con la que se encontraba, la despreocupada golondrina volaba sin rumbo por el claro cielo azul, admirando las bellezas del mun­do recién creado.
Justo antes de lapuesta del sol, la avispa se volvió a reunir con la golondrina en el cielo. Cuando esta última pregunto si había encon-trado la carne más dulce, la avispa contestó que la carne humana era la que tenía mejor sabor. La golondrina quedó horrorizada. Durante todo el día, había observado a hombres y mujeres cuidando de su ganado, atendiendo a sus familias y ca­zando en el bosque y en las estepas, y si de verdad estas criaturas iban a convertirse en la presa de los pájaros, nunca prosperarian.
Cuando estaban de vuelta en el cielo, la golondrina se abalanzó sobre la avispa y le arrancó la lengua de cuajo. Cuan­do Mongke Tengri pidió ser informado, el insecto no pudo ha­cer otra cosa que zumbar, y cuando el dios supremo se dirigió a la golondrina, ésta recordó a la criatura más diabólica e inútil que había contemplado durante su día de exploración, y con­testó: «la serpiente».
Mongke Tengri asintió con la cabeza, convocó al águi­la y la envió a la Tierra con las Instruccioncs de la astuta golondrina. Y ése es el motivo por el que la reina de las aves mata serpien­tes siempre que puede, aunque tenga suficiente poder como para alimen­tarse cada día de la carne, mucho más dulce, de las liebres v las cabras.

0.088.4 anonimo (mongolia)

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