En su lecho de muerte, el duque de Brabante
dejó a su hija Elsa al cuidado de un temido caballero llamado Frederick, que
deseaba convertirla en su esposa. Ella se negó, pero Frederick logró que el
emperador le permitiera lograr su mano con pleno derecho, siempre y cuando
derrotase al guerrero que Elsa eligiese...
Por más
que lo intentaba, la hija del duque no encontraba a nadie que estuviera
dispuesto a enfrentase a Frederick. Sin embargo, su desdicha provocó que de
forma mágica sonara una campana en la bendita tierra del Santo Grial. El
sonido de la campana atrajo a Lohengrin, el hijo del guardián del Santo Grial,
quien acudió en ayuda de la joven.
Cuando
se disponía a montar en su caballo para partir, vio a un cisne en el río que
tiraba de una pequeña embarcación, y de inmediato supo que era para él. Llegó
el día del combate en Brabante y, a no tener rival, Fredecick se disponía a
reclamar a Elsa, pero un pequeño barco transportado por un cisne apareció en
la ribera del río, con Lohengrin durmiendo en su interior. Al despertarse,
saltó a la orilla y el cisne se alejó nadando.
Lohengrin
luchó contra Fredeeick y logró matarlo, tras lo cual Elsa se le ofreció como
esposa, entregándole también sus tierras. El joven aceptó con la única
condición de que jamás le preguntara de dónde venía.
vivieron
felices durante varios años, pero después de que Lohengrin le rompiese el brazo
a un caballero en un torneo, la esposa comenzó a preguntarle sobre su pasado.
Cuando Elsa lo supo, lloró noche tras noche hasta que se atrevió a preguntar a
Lohengrin de dónde venía. El se lo contó, pero el día siguiente el cisne se lo
llevó.
0.083.4 anonimo (edad media)
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