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lunes, 25 de febrero de 2013

La raza de cabeza negra

Los mitos tibetanos reservan a los seres humanos un humilde lugar en la jerarquía de la creación. De acuerdo con un relato bon muy popular, la creación de los tibetanos constituye sólo un pequeño elemento en la extensa explicación de los orígenes del universo.

La religión bon cuenta con nume­rosas leyendas acerca de la creación y todas ellas in­duyen determinados elementos comunes. La mayo­ría comienza con un vacío que reproduce su propia ma­teria que aún está por for­mar. El primer paso en el proceso era, con bastante fre­cuencia, la aparición de una luz que iluminaba la oscuridad rimordial. Porteriormente, el vacío producía un huevo o huevos, que, a su vez, daban a luz a los seres creadores.
Un relato describe cómo, tras surgir de la nada y engendrar dos resplandores independientes (cada uno de los cuales personificaba una faceta básica de la vida), uno fue brillante y paternal, y el otro apagado y mater­nal. Luego, cuando la conciencia se propagó, surgió el frío, se­guido de la helada y el relumbrante rocío, que se establecieron en un lago semejante a un espejo que se enrolló hasta formar un huevo.
De éste salieron dos aguilas: una recibió el nombre de Brillo intenso y la otra de Oscuridad atormen­tada. Cuando se aparearon tu­vieron tres huevos más: uno blanco, uno negro y otro mo­teado. El dios creador Sangpo Bumtri emergió del primero; del segundo surgió un arrogante y os­curo hombre, y del tercero nació un orador. Sangpo Bumtri creó entonces el mundo inhabitado.
En su mano derecha colocó oro y turquesa y, a con­tinuación, entonó una oración, al término de la cual apareció una montaña de esos mismos preciados materiales, que más tarde se convertiría en el mundo humano, con el cual se creó la raza de las personas de cabeza negra. En su mano izquierda colocó un mejillón y una piedra preciosa, y, al volver a orar, surgió una montaña de mejillones y un valle de piedras preciosas, de donde nacerían los espíritus celestiales. Frente a él colocó un cristal y una luz roja, que se convirtieron en el hogar de los animales del mundo.

0.087.4 anonimo (tibet)

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