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lunes, 25 de febrero de 2013

Aliados por conveniencia

Los caballos, que una vez fueron los despreocupados pobladores del cielo, se encontraron con la violencia y con la muerte al descender al mundo que tenían debajo, por lo que se vieron obligados a llevar a cabo un pacto con los seres humanos.

Un día, tres potros bajaron del cielo en busca de alimento, al no encontrar hierba ni agua en los pastos celestes.
Tras posarse en el Tíbet, se separaron para ir a buscar tierra de pastoreo: el mayor se dirigió hacia las montañas del norte; el segundo fue a la meseta, mientras que el tercero descendió hacia un valle, en el que encontró corrien­tes de agua fresca y jugosa hierba. Al reunirse de vuelta en el cielo para relatar sus descubrimientos, los hermanos se­gundo y tercero esperaron en vano al mayor, hasta que al fi­nal cayeron en la cuenta de que tendrían que ir a buscarlo ellos mismos.
Tras escalar las colinas, encontraron una región gober­nada por un yak, que había corneado hasta la muerte al her­mano mayor por considerarlo un intruso. Consternados ante semejante pérdida, los dos potros más jóvenes lloraron su muerte, pero mientras que el hermano mediano se resignó a aceptarla, el más joven decidió vengarse. Consciente de que no podía contar con su hermano, descendió a la meseta y se intro­dujo en el mundo de los hombres. Los dioses le advirtieron que no lo hiciera (los hombres podrían capturarlo y amordazarlo con una brida), pero el potro estaba decidido y no lograron di­suadirlo.
En la primera comunidad a la que llegó, negoció un pacto con uno de sus miembros: si vengaba a su hermano, le prestaría sus servicios durante cien años, llevándolo a lo largo de su vida mortal y luego conduciéndolo al cielo cuando le lle­gara la muerte.
Tras aceptar dichas condiciones, el hombre se dirigió a las montañas; mató al mortífero yak y el caballo por fin fue vengado. Satisfecho por el cumplimiento del trato, el potro prestó sus servicios a su amo con lealtad, al igual que hicieran sus descendientes hasta nuestros días.

0.087.4 anonimo (tibet)

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