Según los hopi, el mundo fue creado por dos
deidades que residían en el mundo de los muertos: Tawa, el dios del sol, y la
Mujer Araña, la diosa de la Tierra, quien condujo a los antepasados de los hopi
a su hogar y les enseñó todo lo necesario para prosperar.
Tanto
Tawa como la Mujer Araña deseaban compañía, así que del primero surgió Muiyinwuh,
el dios que controlaba las fuerzas vitales, mientras que de la segunda
apareció la diosa Huzruiwuhti, guardiana de las formas de vida. Tras hacer el
amor, nació la cuarta parte del mundo y las extensiones superiores e
inferiores.
Tawa y
la Mujer Araña compartían el mismo propósito: crear la Tierra y a sus
criaturas. El dios creador dio forma a los peces y a los animales con patas,
mientras que la diosa creó a las criaturas de barro y, mediante cánticos, les
dio vida.
A ellos
les siguieron el hombre y la mujer. Para que cobraran vida, la Mujer Araña los
meció suavemente mientras su compañero divino los bañó con su luz hasta que
comenzaron a respirar.
En el
mundo superior, aún no había emergido la Tierra de las aguas primigenias. Hasta
que Tawa trepó hasta el cielo y su magnificente luz creó laTierra.
Los
primeros indios se habían hecho muy numerosos, por lo que la Mujer Araña les
concedió un lugar en el que vivir, y dio nombre a las diferentes tribus. Luego los
llevó a través de las cuatro cavernas de su mundo a un orificio que conducía a
la tierra superior recién creada.
La
primera generación de seres humanos trepó a través de él y emergió junto al río
Colorado.
Siguiendo
las instrucciones de la diosa, cada clan acompañó a un animal al territorio
asignado. Y entonces, antes de marcharse, la Mujer Araña enseñó a los hopi su
forma de vida y a celebrar danzas para invocar a los espíritus de las
tormentas.
0.007. anonimo (norteamerica)
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