Numerosos mitos nativos presentan a los
cuerpos celestiales como fuerzas benevolentes que acuden a socorrer a los seres
humanos. Sin embargo, los tsimshian, de la costa noroeste, cuentan con una
historia que muestra cómo los espíritus del cielo pueden en ocasiones ser
también crueles.
Una noche,
un chico le dijo a una estrella:
-¡Pobre
de ti, debes de tener frío! -Cuando la estrella oyó las palabras del chico,
bajó para llevárselo al cielo. Sus padres lo buscaron por todas partes y, un
día, el padre por fin tuvo noticias de su hijo. Una mujer que vivía sola en las
montañas le dijo:
-Tu hijo
está atado a la chimenea de la casa de un hombre estrella. No para de llorar,
porque las chispas del fuego lo están quemando. -Entonces le dijo que lanzara flechas
hacia lo alto hasta que una se incrustara en el borde del agujero del cielo. El
hombre siguió su consejo y continuó lanzando flechas hasta que todas quedaron
unidas, formando una línea que unía el agujero del cielo y, la Tierra, por la
que podría trepar.
Una vez
en el cielo, fue a buscar madera y talló algunas figuras similares a su hijo.
Luego encendió una hoguera y chamuscó las imágenes para ponerlas a prueba; por
fin encontró una realizada con cedro amarillo que lloraba como un niño. Siguió
avanzando por el cielo hasta llegar a la casa del hombre estrella, donde el
niño se encontraba atado a la chimenea, y cada vez que sus ocupantes avivaban
el fuego de la casa, las chispas le hacían llorar. El padre lo instó para que
fuera valiente y esperara el momento oportuno.
Cuando
los ocupantes de la casa dormían, desató al niño, colocó en su lugar la figura
de cedro amarillo y huyeron a toda prisa. Por la mañana, cuando se encendió la
chimenea, la figura de cedro amarillo comenzó a llorar, pero se detuvo después
de un rato. Las estrellas se percataron de lo sucedido y fueron tras el
pequeño, pero el padre y el hijo habían llegado a tiempo al orificio del cielo.
Bajaron a la Tierra a través de la cadena de flechas y luego tiraron de ellas
hacia abajo para impedir que los persiguieran.
0.007. anonimo (norteamerica)
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