De acuerdo con este relato del pueblo
menomin, de Wisconsin, un Sol desfavorable es humillado por un joven cazador.
Mientras lucha por librarse de una trampa mágica tejida con un cabello, el
poderoso Sol confía en los servicios de un raquítico ratón.
Dos
hombres salieron al bosque a cazar, pero se negaron a llevar-se a su hermano
mas pequeño con ellos. Triste y furioso por haberse quedado solo, el joven
muchacho se tumbó bajo su túnica de piel de castor y se echó a llorar. Entonces
salió el Sol de la mañana y, al mediodía, envió un rayo que destrozó la túnica
y dejo visible al niño:
-Me has
tratado con crueldad y has quemado mi túnica -le grito al Sol. ¿Por qué me
has castigado? ¡No lo merezco! El Sol simplemente sonrió y mantuvo la calma.
El chico
recogió la túnica quemada, el arco y las flechas, y regresó al campamento.
Cuando su hermana entró en su tienda v le preguntó por qué lloraba con tanta
amargura, el chico le contó el tratamiento tan cruel que había recibido por
parte del Sol.
A la
mañana siguiente, le dijo a su hermana:
-¡Hermana
mía, entrégame un hilo!
La joven
se arrancó un cabello de la cabeza y cuando el chico lo tuvo entre sus dedos,
comenzó a alargarse. Al poco tiempo, el muchacho volvió al lugar donde se había
tumbado la primera vez y, tras fabricar un lazo con el cabello de su hermana,
lo colocó extendido a lo largo del camino, de manera que, cuando lo toco, el
cazador atrapó al astro por el cuello e intento estrangularlo. El cordel se calentó
y se quedo incrustado, de modo que el cielo se quedó a oscuras. El Sol pidió a
gritos la ayuda de sus espíritus y le imploró a un ratón que royera la hebra.
Tras mucho esfuerzo, el roedor lo logre.
Entonces
el chico le dijo al Sol:
-Te he
castigado por tu crueldad, ya puedes irte y, acto seguido, fue a ver a su
hermana, completamente satisfecho de lo que había hecho. Y el Sol, por fin, volvió
a resplandecer.
0.007. anonimo (norteamerica)
No hay comentarios:
Publicar un comentario