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viernes, 21 de septiembre de 2012

La mujer ogro de oregon

El pueblo wasco, de la región del río Columbia, en Oregón, tiene un mito cuyo protagonista es un monstruo devorador de niños. Además de evocar los miedos de la infancia y el terror ante lo desconocido, presenta una personificación de dicho terror, una mujer ogro, Atatalia, célebre por su torpeza.

Un niño y su hermana estaban recogiendo sílex cuando se encontraron con Atatalia. Los niños corrieron, pero la mujer ogro los capturó y los escondió en su cesta, y más tarde se dirigió hacia su morada para ali­mentar con ellos a sus propios hijos.
En el interior de la cesta, al niño comenzó a picarle el pie, justo en la zona so­bre la que su hermana estaba sentada.
-Hermana –dijo-, me estás haciendo daño justo en el pie que me pica. Atatalia confundió lo que había oído con algo que sonaba muy similar al idioma de los wasco y preguntó alarmada:
-¿Qué ocurre? ¿Están mis hijos ardiendo?
Al ver la oportunidad de asustar al monstruo, la chica respondió:
-¡Tus hijos están ardiendo, sin ninguna duda!
La mujer ogro dejó caer la cesta y corrió hacia su casa. Los niños agarraron entonces un sílex, cortaron las cuerdas de la tapa de la cesta y lograron salir tre­pando. Tras llenar la cesta de piedras, huyeron corriendo al río.
Cuando Atatalia regreso, recogió la cesta y se marcho a casa. Al descubrir que los pequeños habían desaparecido, volvió a salir de inmediato en su busca.
El niño, que tenía poderes mágicos, colocó cinco ríos en el camino del mons­truo. Atatalia saltó el primero, e hizo lo mismo con los cuatro siguientes. Al final, vio a los niños e inspiró para arrastrarlos hacia ella, pero, en cuanto soltó el aire, salieron huyendo delante de sus narices. Cuando llegaron al río Columbia, los dos hermanos roga­ron a los peces que mordisquearan a Atatalia, y a los acantilados que la aplastaran, de manera que en cuanto el monstruo llegó al río, los peces comenzaron a mordisquear su cuerpo y las rocas comenzaron a caer sobre ella. Al cabo de un tiempo, la estúpida mujer ogro se dio por vencida, con lo que los niños escaparon sin ningún problema.

0.007. anonimo (norteamerica)

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