Cuando
los dioses vieron el enorme tamaño de Fenrir, se sintieron amenazados y
decidieron capturar a la criatura, Encontraron una sólida cadena, llamada
Laeding, y sugirieron que el lobo midiera sus fuerzas con ella. Fenrir no
mostró nerviosismo alguno, por lo que se dejó encadenar para liberarse más
tarde sin ninguna dificultad.
Los
dioses forjaron entonces otra cadena el doble de sólida, llamada Dromi, y
urgieron al lobo a que lo intentara de nuevo, diciéndole que lograría gran fama
si conseguía liberarse de tan célebre cadena. Fenrir se sintió incluso más
fuerte y se liberó de Dromi con suma facilidad. Los aesires temieron entonces
no ser capaces de capturar a Fenrir.
Odín
mandó a los enanos que crearan otra cadena, Gleipnir, tan suave y sedosa como
una cinta, aunque de apariencia sólida. Los aesires quedaron muy satisfechos.
Fenrir la miró detenidamente y dijo:
-No creo
que logre gran reputación por romper una cinta tan fina, y si esta cinta se ha
creado mediante magia, entonces, tan fina como parece, no podrá rodear mis
piernas.
-Tras meditar un momento, volvió a hablar. Si no me puedo librar,
tendré que esperar mucho tiempo hasta que me liberéis. Pero participaré en el
juego si uno de vosotros se atreve a introducir una mano en mis fauces. Ninguno
de los dioses se atrevió a arriesgarse, hasta que por fin Tyr se ofreció voluntario.
Así, el lobo permitió que lo amarraran, pero descubrió que cuanta más fuerza
empleaba para soltarse, más fuerte se hacía la cadena. Todos los aesires
comenzaron a reír, excepto Tyr, quien perdió su mano en las mandíbulas de
Fenrir.
0.079. anonimo (vikingo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario