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martes, 9 de octubre de 2012

Njord y skadi

La diosa de las montañas Skadi era hija del gigante Thiazi, muerto a manos de los aesires tras robar las manzanas de oro de la eterna juventud. Cuando llegó a Asgard, decidió vengar a su padre. Los aesires le ofrecieron que eligiera a uno de los dioses que permanecían solteros.

Ataviada con su armadura, la imagen de Skadi debió impresionar a los aesires. Arrepentidos de haber asesinado a su padre, y ansiosos por obte­ner su perdón, se ofrecieron a ayudarla a encon­trar un marido. Pero los dioses nunca se lo ponían fácil a los gi­gantes ni a su prole, por lo que organizaron un desfile en el que sólo se veían los pies de los candidatos.
Skadi eligió los pies más limpios, blancos y cuidados, con la certeza de que serían los de Balder, el dios más atractivo y deseado de todos.
Más tarde, el propietario de los pies reveló su identi­dad y, en lugar de Balder, Skadi había elegido a Njord, el dios del mar, cuyos pies estaban inmaculados, al estar continua­mente bañados por el mar. Al principio quedó un tanto perpleja, pero finalmente aceptó contraer matrimonio con él.
El matrimonio fue difícil: Skadi, la hija del gigante de las montañas, deseaba vivir en su santuario, situado en la cima de la montaña, pero Njord sólo se sentía cómodo junto al mar, por lo que acordaron residir durante nueve noches en Thrymheim, el castillo de Skadi en las montañas, seguidas de nueve noches en Noatun, la morada costera de Njord.
Sin embargo, este acuerdo no satisfizo a ninguno de los dos, ya que cada uno se sentía desdichado en el hogar del otro. Así, el dios del mar no podía resistir las oscuras monta­ñas, rodeadas del inquietante sonido del aullido de los lobos, y Skadi, en cambio, no podía soportar la vasta extensión de agua, y se quejaba continuamente de los alaridos de las gaviotas.
Finalmente, se vieron obligados a vivir separados: Njord permaneció junto al mar y Skadi volvió a las montañas, donde se la vería con frecuencia vagando por las laderas.

0.079. anonimo (vikingo)

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