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martes, 9 de octubre de 2012

Los tesoros de los dioses

Los enanos eran los artesanos por antonomasia en la mitología germánica. Aunque guardaban con celo su destreza y su oro, el astuto Loki los convenció para que elaboraran seis tesoros que luego entregaría a los dioses. Thor fue el mayor beneficiado de todos.

Como travesura, Loki decidió cortar el cabello de oro de la diosa Sif mientras ésta dormía. Cuando Thor se enteró, lo amenazó con romperle todos los huesos del cuerpo. Aterrorizado, Loki pro­metió convencer a los enanos para que realizaran una nueva cabellera de oro.
los enanos accedieron a ayudarle a solucionar el problema para compla­cer a los dioses, y no sólo crearon la cabellera de Sif, sino que además construyeron el barco Skidbladnir, que tenía el don de zarpar siempre con vientos propicios, y, además, se podía plegar y guardar en un bolsillo cuando no se usaba. Por si esto no fuera suficiente, for­jaron también la lanza inven­cible conocida como Gungnir.
No obstante, Loki no pudo resistirse a continuar con sus tejemanejes, y se apos­tó con dos hermanos del grupo de los enanos que no podrían crear tesoros tan preciados como los tres primeros. A su debido tiempo, elabora-ron tres más, a pesar de los esfuerzos de Loki por evitarlo, quien, bajo la apariencia de una mosca, había in­tentado distraerlos.
Loki se llevó todos los tesoros a Asgard, e hizo entrega de la cabellera a Sif, quien se la prendió en la cabeza. Más tarde, le entregó el barco Skid-bladnir a Freyr, y la lanza Gungnir a Odín, que quedaron complacidos.
Luego hizo entrega de los últimos tres tesoros. El primero se lo entregó a Odín; era el anillo de oro Draup­nir, del cual se decía que se re­producía en ocho anillos de igual peso y calor cada novena noche. El segundo, para Freyr, era un jabalí de oro que recorría el cielo v el mar a más velocidad que cualquier caballo, y cuyas cerdas proyectaban luz. El ter­cero, el martillo mágico Mjoll­niry, lo recibió Thor. Cuando se decidió que el martillo era el mejor de los regalos, los dioses sentenciaron que los enanos habían ganado su apuesta con Loki, aunque éste se negó a cumplirla.

0.079. anonimo (vikingo)

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