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martes, 9 de octubre de 2012

Walter y hagen

A diferencia de los dioses de la mitología vikinga, los primeros relatos germánicos que se han conservado están protagonizados por héroes humanos. Para ellos, la muerte no suponía una tragedia; les preocupaba el dilema al que se enfrentaban cuando estaban atrapados entre lealtades en conflicto.

Cuando Etzel (Atila), el rey de los hunos (siglo V), llevó a cabo exitosas incursiones en territo­rio germánico, se dice que exigió tres rehenes como precio para que las hostilidades cesaran: Walter de Aquitania, Hagen el franco e Hildegunda, que se iba a casar con el primero.
Los dos hombres se vieron obligados a luchar en el ejército de Etzel, donde se habían prometido una fiel amistad, mientras que Hildegunda se encargó del tesoro de Etzel. Sin embargo, un día, los tres lograron escapar, Llevándose con ellos el oro del rey de los hunos.
Al llegar al Rin, situado en la tierra natal de Hagen, Gunther, el rey de los francos, se enteró de la noticia y creyó que tenía derecho a adueñarse del oro por la fuerza, dado que Etzel había saqueado sus tierras. Hagen, en su condición de vasallo de Gunther, se vio obligado por lealtad a ayudarlo, por lo que abandonó a los otros dos.
Walter y Hildegunda acamparon en un desfiladero situado entre rocas, y el de Aquitania se preparó para lu­char. Gunther envió a doce guerreros francos a derrotarlo, y, uno por uno, fueron cayendo, incluido el joven sobrino de Hagen. Ante el dilema de honrar a dos de sus vínculos más sagrados. Hagen optó por no enfrentarse a su amigo, a pesar de que éste se burló de su cobardía. Ambos se retira­ron. Al amanecer, Walter e Hildegunda abandonaron la cue­va donde se encontraban y fueron víctimas de una embos­cada en campo abierto, obra de Gunther y Hagen, quien, en esta ocasión, sí se unió al ataque para vengar la muerte de su sobrino. La lucha de dos contra uno fue atroz y sólo cesó cuando los tres combatientes quedaron mutilados. Más tarde, por fin, hicieron las paces e Hildegunda vendó sus heridas.

0.079. anonimo (vikingo)

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