Las acciones siempre peligrosas de Loki
constituían una amenaza para la misma existencia de los dioses. Sin embargo,
gracias a sus propios recursos, finalmente pudo salvarlos.
Loki fue
hecho prisionero por un gigante llamado Thiazi, que no lo dejaría en libertad
sino le entregaba a Idun y las preciadas manzanas de la eterna juventud que la
diosa siempre llevaba consigo. Como siempre pensaba en su propio interés,
Loki prometió cumplirlo para que el gigante lo dejara en libertad.
Tras
lograr llevar a Idun al bosque, más allá de los seguros confines de Asgard, Thiazi
bajó en picado hacia el la con la apariencia de un águila, la agarró y se la llevó
a su morada.
Los
dioses quedaron consternados ante la pérdida de los frutos que otorgaban
juventud y que en un santiamén crecían verdes y maduros. Al temer por sus vidas,
se reunieron para decidir qué debían hacer. Descubrieron que a ldun se la
había visto por última vez en compañía de Loki, por lo que lo atraparon y le
amenazaron con matarlo si no traía de vuelta a la diosa junto con sus
manzanas. Loki prometió encontrarla y adoptó la apariencia de halcón para volar
hacia el castillo de Thiazi, en el reino de los gigantes. Por suerte, encontró
a Idun allí sola y, rápidamente, la transformó en una nuez para poder solar de
regreso a Asgard sujetandola con las garras.
Cuando
Thiazi volvió y descubrió que la diosa había escapado, adoptó de nuevo la
apariencia de un águila y salió en su busqueda. Los aesires vieron al halcón,
que volaba sujetando una nuez en sus garras, y a un águila que lo seguía de cerca.
Rápidamente entraron en acción y provocaron un incendio en Asgard. El halcón
sobrevoló las murallas y, de inmediato, descendió en busca de un lugar seguro,
pero el águila no tuvo tiempo de reaccionar y se precipitó a las llamas, donde
pereció.
0.079. anonimo (vikingo)
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