El relato de las doncellas cisne se
extendió por toda Melanesia. El personaje principal, al que se le aparecían
estos seres celestiales, podía ser uno de los héroes de las islas o, en
ocasiones, como en el caso de este relato del pueblo efate de Vanuatu, un
sencillo humano.
Existía
una raza divina de mujeres que visitaban la Tierra disfrazadas de cisnes. Descendían
por la noche, cuando no había marcas, y se deshacían de sus alas para ir a
pescar. Al amanecer, cuando la marea volvía, recogían las alas y alzaban el vuelo
de vuelta a casa. Sin embargo, una noche, un hombre las vio trabajar, robó un
par de alas y las enterró bajo su casa. Con la llegada del alba, las doncellas
cisne volaron de vuelta a casa, con la excepción de una hermosa mujer que no
pudo encontrar sus alas. El hombre la atrapó y la con-virtió en su esposa.
Tuvieron dos hijos. ambos varones, cuyos nombres fueron Tafaki y Karisi Bum.
Sin
embargo. llego el momento en el que el hombre se cansó de su esposa y comenzó a
golpearía. La mujer lloró amargamente e hizo que sus lágrimas abrieran el suelo
de tierra de la casa. Cuanto más lloraba, más se abría el suelo, hasta que un
día vio las alas que su marido había escondido bajo tierra. Se las colocó
inmediatamente y ascendió volando al cielo, no sin antes decir a sus hijos que intentaran
encontrarla.
Con el
tiempo, los chicos se convirtieron en unos hombres ricos e inteligentes, y tal
era su poder que treparon por una palmera armados con porras con la intención
de someter a los vientos. Aunque no lo lograron, consiguieron hacer que el siento
del suroeste pasara al olvido.
Un día
que estaban cazando, arrojaron una flecha a un ave que volaba alto en el cielo.
Pero la flecha no alcanzó su objetivo, sino que impactó contra una higuera
celestial de Bengala. Continuaron arrojando flechas, que fueron uniéndose
hasta formal una cadena que unió el cielo y la Tierra. Tras trepar por ella, se
encontraron no con su madre cisne, sino con su abuela ciega, que cuidaba de los
ñames. Tras curar su ceguera, descendieron por la cadena de flechas con una
cesta que contenía, como muestra de agradecimiento, cerdos, aves, ñames y todo
tipo de plantas que pudieran servir de utilidad al género humano.
0.080.4 anonimo (australia)
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