En
primavera, una barcaza que transportaba la primera remesa del año de la
producción lechera partía de la ciudad de Ur. En Nippur, los dioses eran
intercambiados por productos elaborados por los pastores del sur de los
alrededores de Ur y por los de los cultivadores del norte de los alrededores
de Nippur.
El
protector de Ur era el dios de la luna, Nanna (conocido también como Suen o Sin).
Según una versión mítica de este ritual, Nannu decidió visitar a sus padres
Enlil y Ninlil en Nippur. Para ello, envió a sus hombres a todos los rincones
de la Tierra con el fin de que reunieran materiales con los que construir una
barcaza, y sintió un enorme regocijo cuando volvieron uno detrás de otro con preciados
cargamentos de maderas exóticas. Entonces preparó una gran selección de
regalos para sus padres y comenzó su ansiado viaje.
Durante
la travesía curso arriba, se detuo en cinco ciudades diferentes. En cada
parada, la diosa protectora de la ciudad al ver un cargamento tan abundante, le
ofrecía la bienvenida e insistía para que se quedara, pero él siempre se negaba
alegando:
-Voy a
Nippur.
Por fin,
la barcaza atracó en el muelle de Nippur y Nanna anunció la lista completa de
sus ofrendas al guardián de la casa de su padre, quien, mara-villado, abrió las
puertas del templo. Enlil se mostró también rebosante de alegría ante la
llegada de su hijo y organizó en su honor un banquete, en el que le ofreció su
mejor cerveza. En agradecimiento a los regalos de los pastores. Nanna le pidió
a Enlil una bendición y parte de la producción de los campos Locales. El padre
le concedió todo cuanto reclamo con enorme júbilo, Nanna se llevó todas estas
bendiciones de vuelta a Ur.
0.082.4 Anonimo (mesopotamia)
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