Por lo general,
se consideraba que los extranjeros habían llegado más tarde. De acuerdo con los
bororo de Brasil y Bolivia, su ancestro fue el superviviente de una gran
riada, mientras que un mono aburrido que golpeó el suelo con un palo creó con
bastante posterioridad a los primeros humanos de raza blanca, de raza negra y
otros pueblos extranjeros. Los yanomami de Brasil y Venezuela cuentan que una
vez hubo una terrible lucha en una de sus aldeas junto a la cabecera de un río.
Un adolescente, que permanecía recluido en una cabaña sagrada, se unió a la
lucha y, de repente, las orillas del río estallaron y la corriente se llevó a
los guerreros, que fueron devorados por nutrias y caimanes negros gigantes. Su
sangre formó una espuma en la superficie del río y un ser sobrenatural llamado
Remori la retuvo entre sus manos ahuecadas y le habló hasta dar forma a los extranjeros,
motivo por el que los yanomami describen las lenguas de otros como «fantasmagóricas».
De forma excepcional, los chamacoco de Paraguay creen que el ser supremo creó
primero al resto de las razas y, cuando llegó el momento de crearlos a ellos,
tuvo tanta prisa que los fabricó repletos de imperfecciones, razón por la que
se consideran estúpidos y con dificultades para el aprendizaje.
0.081.4 Anonimo (sudamericano)
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