A la madre del dios Shao Hao, una hermosa
hada llamada Huang, le encantaba visitar la gloriosa y celestial morera que se
alzaba junto al mar del Oeste, donde un joven la esperaba: el lucero del alba.
Se convirtieron en amantes y, a su debido tiempo, nació Shao Hao.
Éste se
convirtió en un atractivo joven, con tales habilidades que su tío Huangdi le
puso el nombre de Dios de los Cielos del Oeste.
Cuando
estaba en la flor de su vida, viajó a las cinco montañas del paraíso del este e
instauró un reino habitado sólo por pájaros. Como su soberano, adoptó la apariencia
de un buitre y supervisó la enorme burocracia, con el ave fénix como canciller.
Puso al halcón al mando de la ley y a la paloma la hizo responsable de la
educación, mientras que los cambios de clima a lo largo de las cuatro
estaciones fueron responsabilidad del faisán, la codorniz, el alcaudón y la
golon-drina. Durante numerosos años, Shao Hao gobernó el reino de los pájaros
con gran sabiduría, pero al final volvió al oeste, aunque dejó a su hijo Chong
a cargo de las aves. Junto a otro de sus hijos, Ru Shou, se estableció en la
montaña de Chang-Liu y fue soberano de los cielos del oeste. Padre e hijo se
convirtieron en responsables de la puesta de sol.
0.005. anonimo (china)
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