En la tradición budista hindú, Buda renació
una vez con la apa-riencia de Chadanta, un elefante con seis cuernos que vivía
feliz en el bosque como amante esposo de dos hermosas elefantas. Pero a una de
ellas le molestaba tener que compartirlo, por más que su esposo se deshiciera
en atenciones.
Celosa
de su rival, rezó para renacer como princesa humana. Su deseo al fin le fue
concedido y se le otorgó una enorme belleza y encanto; así, cuando creció se
casó con el res de Benarés.
Un día,
la princesa convocó a todos los cazadores de su esposo y les pidió que buscara
en el bosque a un elefante blanco con seis cuernos, lo mataran y llevaran a
palacio sus preciados cuernos.
Los
cazadores partieron y, tras no pocos días de busqueda, uno de los miembros de
la partida, de nombre Sonuttara, encontró lo que estaban buscando: un hermoso
elefante con seis cuernos largos y bien formados. Rápidamente, cavó un hoyo
para atraparlo y Chadanta no tardó en ser capturado.
Cuando
Sonuttara le disparó con sus flechas, el elefante le preguntó por qué deseaba
matarlo, a lo que el cazador contesto que cumplía las órdenes de la reina. De
inmediato, el desdichado animal lo entendió todo, al caer en la cuenta de quién
debía de ser la reina y del enorme resentimiento que había motivado su malicia.
Resignado, el elefante ayudó incluso a Sonuttara en su mortífera misión.
Primero, lo ayudó a trepar por sus colmillos para que pudiera cortarlos de
raíz; después, cuando demostraron ser demasiado resistentes como para ser
cortados por manos humanas, agarró el serrucho con su propia trompa y se los
cortó él mismo, tras lo cual se los ofreció al atemorizado Sonuttara, mientras
su vida se consumía poco a poco. El cazador acudió entonces a la reina con su sorprendente
relato y, cuando ésta supo lo que había ocurrido, sufrió una crisis nerviosa y
murió.
0.004. anonimo (india)
No hay comentarios:
Publicar un comentario