Las imágenes de Brahma lo muestran sentado
sobre una oca o sobre un loto. Tenía cuatro cabezas, que indicaban las
direcciones de la brújula, así como cuatro brazos, que representaban los cuatro
Vedas, los textos religiosos más antiguos. Pero una vez un deseo hizo que
creara una quinta cabeza.
Como
guardián de los Vedas, Brahma era el dios de la sabiduría. De hecho, uno de sus
nombres era «Abuelo», debido a su condición de creador y origen de todas las
cosas. Existían numerosas explicaciones para sus cuatro cabezas. Una leyenda
cuenta cómo Brahma creó una consorte femenina, Sarasvati, a partir de su propia
energía. Su belleza era tal, que el dios sintió un vehemente deseo por ella, a
pesar de que se trataba de su propia hija. La miró apasionadamente, pero la
modestia natural de la diosa la llevó a huir de él.
Dio un
salto hacia la izquierda, luego hacia su derecha, y más tarde corrió para
esconderse tras él, pero en cada ocasión, el dios hacía que le surgiera otra
cabeza para no perderla de vista. Sarasvati dio entonces un brinco hasta el
cielo, pero Brahma hizo que le creciera otra cabeza para seguirla con la mirada.
Luego retuvo a su hija e hizo el amor con ella, quien dio a luz a los primeros
humanos.
Perdió su
quinta cabeza en una refriega con Siva. Un día, sintió un ardiente deseo por
otra de sus hijas, Sandhya, que estaba casada con Siva. Cuando se aproximó a
Sandhya, ésta se percató de sus lujuriosas intenciones y huyó con la
apariencia de un ciervo, pero Brahma se transformó en un venado de fuertes
patas y galopó tras ella. Enfurecido ante tal actuación, Siva disparó una
flecha que decapitó al venado, quien volvió a convertirse en Brahma, esta vez
con cuatro cabezas. El dios entró en razón e humildemente presento sus respetos
a Siva.
0.004. anonimo (india)
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